domingo, 27 de mayo de 2012

Identidad de Género: El Derecho a Ser

Existen muchas definiciones de la democracia, ello depende desde la perspectiva que se la plantee; pero quizás la más importante, el fundamento mismo de la democracia, es la que la asocia con la libertad. Democracia y libertad son inescindibles, la ley de Identidad de Genero aprobada recientemente por el Congreso de la Nación mejora entonces la democracia.

La Identidad de Genero es el derecho a ser, el derecho a que cada persona asuma su identidad, significa reducir los espacios de la sempiterna discriminación al diferente: "Muchas de nosotras fuimos echadas de nuestra casa, rechazadas por nuestra propia familia. La mayoría de nosotras no pudo terminar la escuela, porque el sistema educativo nos expulsa por ser diferentes. Quienes la terminamos nos cansamos de buscar trabajo, de sentir como nos cierran la puerta en la cara. La mayoría de nosotras no tenemos ni siquiera un documento que diga nuestro nombre." (Attta - Lgbt).

Este tipo de leyes son leyes del coraje porque vencen prejuicios hondamente arraigados, profundas barreras culturales y es en este como en tantos otros temas sociales, las y los socialistas fueron pioneros. Alfredo Bravo presento el primer proyecto de ley en el Congreso Nacional en 1999 para avanzar en la identidad de genero y Silvia Ausburger en el 2007 le dio forma junto a las organizaciones sociales al proyecto que fuera sancionado recientemente.

Argentina con esta ley sienta un precedente para el mundo ya que hay muy pocos países que tienen leyes de estas características. Se concreta así, el derecho a ser, una activa militante de esta causa Claudia Pía Baudracco decía: "Tantos años de lucha y no podemos dejar de ser mas que putas, costureras o peluqueras. Hasta ahí nos toleran. Ese destino nos imponen, y se supone que con eso nos tenemos que conformar, pero no nos conformamos."

Y como no se conformaron, hoy es ley la Identidad de Género que debiera llevar el nombre de Pía en homenaje a todas y todos los que padecieron y lucharon contra la discriminación.

sábado, 26 de mayo de 2012

¿QUÉ PASÓ EN MAYO DE 1810?


Aquellos hombres de la Primera Junta surgida el 25 de mayo de 1810 constituyeron nada más y nada menos que el primer gobierno patrio. Fueron Saavedra, Castelli, Belgrano, Alberti, Matheu, Larrea, Paso y Moreno. Antes, la emancipación nacional había dado un paso fundamental con el rechazo a las invasiones inglesas en 1806 y culminaría después de mayo, con la declaración de la independencia el 9 de julio de 1816. Década donde el impulso revolucionario de libertad y de independencia había triunfado contra la reacción que ansiaba sostener el caduco y decrépito orden colonial.

La revolución argentina "no fue un episodio -nos dice José Ingenieros-, fue un proceso. Nació de causas económicas, afirmó la soberanía popular como fuente del derecho político, trasmutó el organismo administrativo del virreinato y marcó una nueva orientación ideológica de la minoría ilustrada que la ejecutó”.

Aquellos hombres de la Primera Junta expresaban tendencias e intereses muy distintos: “Saavedra –dice Juan José Real en su Manual de Historia Argentina- representaba los intereses de los grupos más reaccionarios ligados al monopolio porteño y al feudalismo del interior, siendo además el partido militar. El otro grupo encabezado por Mariano Moreno, secundado por Belgrano y Castelli, representaba la fracción más avanzada y resuelta del movimiento de mayo”.

Contrariamente a lo que intencionalmente dicen y dijeron algunos textos de historia y se pintó en cuadros famosos, el 25 de mayo y sobre todo los días previos el pueblo no sólo no permaneció pasivo, fue –como en toda revolución- el elemento dinamizador, impulsor y determinante de la misma. “la actitud del pueblo vino a resolver las dificultades. Levantándose espontáneamente a la altura de la situación, él fue quien restableció la lucha, alentando a los tímidos, comunicando nuevos bríos a los valientes, y removiendo con manos vigorosas las resistencias que se oponían a las marchas triunfantes de la revolución” (Bartolomé Mitre – Historia de Belgrano -).

La Revolución de Mayo inicio una nueva etapa. Hasta allí, la historia argentina había formado parte de la historia española, iniciábase entonces desde ese momento un camino propio. “los criollos más inteligentes se vieron de pronto elevados a la responsabilidad de tareas con las cuales nunca soñaron. Estas tareas, inseparables entre sí, eran de doble naturaleza: la independencia política nacional y, para consolidarla, la transformación de la sociedad, a la luz de los principios de la revolución democrático-burguesa” (Rodolfo Puigróss – De la Colonia a la Revolución).

Se abría el siglo XIX de la América española con la Revolución de Mayo, uno de los tantos movimientos de carácter insurreccional que encarnaban el espíritu de libertad. “Como si una voz secreta hubiese ido llevando de pueblo en pueblo mensajes de rebeldía –dice Germán Arciniegas- la insolencia de la plebe va creciendo y se oye un ruido de tambores que penetra en las entrañas de los montes, que se multiplica en la plaza de los pueblos, que se extiende por valles y planadas poniéndole a los españoles carne de gallina. Los gritos de protesta que se han dado en Vélez se hermanan con los de Asunción, se multiplican por los campos de Quito y se convierten en el Perú en esa demostración magnifica que llevó a su cabeza la gran figura de Túpac Amaru. Es la conciencia americana que despierta por primera vez desde los días de la conquista. Conciencia de los indios, de los negros, de los mulatos, de los mestizos, de los criollos, de las tres razas que se fundieron en un solo haz y que empiezan a mirarse como unidas frente a un destino común”.

El grito de Libertad de los pueblos pasaba a ser realidad en aquellas naciones que amanecían independientes.

viernes, 25 de mayo de 2012

"LAS MUJERES DE MAYO"


En los decisivos días de la revolución de mayo, el 19, Casilda Igarzábal junto a un grupo de mujeres fue a buscar a Cornelio Saavedra: “No hay que vacilar” le dijo y lo llevó a su casa y la de Nicolás Rodríguez Peña donde lo esperaban Belgrano, Moreno y tantos otros revolucionarios. Estas casas -como la de Martín Rodríguez-, donde los patriotas se reunían clandestinamente, durante aquellos días de definiciones fueron el laboratorio de los planes revolucionarios. Ahí estaban, también, las mujeres anónimas y decididas de la revolución de mayo.

El virrey resistía, las tendencias conservadoras criollas y los españoles querían mantener el decrépito orden colonial. Fue entonces la actitud firme del pueblo lo que lo impidió. El pueblo que había integrado el ejército de la Reconquista, el que había obligado al Cabildo y a la Audiencia en1806 a deponer al virrey Sobremonte. El mismo que había hecho la defensa de Buenos Aires ante las invasiones inglesas. Como parte de ese pueblo, en esos hechos y en esos lugares, estaban las mujeres de todas las clases sociales, arrojando ollas de agua y aceite hirviendo desde los techos contra las tropas inglesas.

Las ideas preclaras de los patriotas encarnaron en la realidad por la fuerza de la participación popular. De esa manera se expresaron notables mujeres.
Fue Mariquita Sánchez quien empezó a romper los moldes sociales en 1805, negándose a los catorce años a casarse de acuerdo con las costumbres de la época y eligiendo a un patriota de menor abolengo que el suyo, Martín Thompson, contra la voluntad de sus padres. En su casa se realizaron muchas de las reuniones secretas de los criollos.
Fue Manuela Pedraza la tucumana que empuñó las armas en las calles de Buenos Aires, resistiendo a la primera invasión inglesa en 1806. Aquel triunfo con el protagonismo de los más humildes de la población, de los esclavos y de las mujeres fue el acto político independiente que generó la confianza de los patriotas en sus propias fuerzas e inició el camino hacia mayo.
Fue Juana Azurduy, la guerrillera que perdió a cuatro de sus hijos y combatió embarazada contra las tropas realistas en el norte. Nombrada Teniente Coronel por el Director Supremo don Martín de Pueyrredón y tras haberle hecho Belgrano la entrega de su sable por sus triunfos contra el ejército español, murió indigente otro 25 de mayo y fue enterrada en una fosa común.
El Programa de mayo que anidaba en las mentes de Moreno y de Belgrano y sintetizaba las banderas de los derechos ciudadanos, de la igualdad social, la libertad de imprenta y de pensamiento, el fomento de la educación popular, la libertad de los esclavos, todo ello junto a la libertad de comercio, los garantizaba el primer gobierno patrio.
El motor fundamental del mismo fue el pueblo, y dentro de él, las mujeres tuvieron un papel decisivo.
Cuando uno recorre las páginas de aquellos tiempos se encuentra casi exclusivamente con los "hombres de mayo", fueron hombres los que integraron la Primera Junta, hombres los que encabezaron los ejércitos, hombres los que escribieron la historia, pero es hacer justicia rescatar también el papel que jugaron aquellas mujeres a las que generalmente se ignora.

viernes, 18 de mayo de 2012

Muerte Digna

La muerte digna esta vinculada a los derechos individuales, los derechos personalísimos, y la autonomía de las personas en su relación con el sistema de atención de la salud. en los últimos años se le ha dado creciente relevancia al campo de la bioética.

La ley sancionada por el Congreso de la Nación aumenta, mejora y concreta derechos de los pacientes. Por eso su objetivo es garantizar la decisión autónoma del propio paciente, o de sus representantes, frente a las acciones del sistema de atención en la particular situacion de muchas personas en la etapa final de su vida. Evita el "encarnizamiento terapéutico" y los procedimientos desproporcionados a las expectativas de mejor y mayor sobrevida de las personas.

Se han hecho muchas consideraciones acerca de la vida y de la muerte, también de la finitud de las personas. Jorge Luis Borges reflexiona sobre esta cuestión en El Aleph, en un magnifico cuento titulado "Los Inmortales". El habla de lo terrible, lo incompresible, de quien se sabe inmortal. Hace referencia a que si la vida fuera infinita le ocurrirían a todo hombre todas las cosas: por sus pasadas y futuras virtudes seria acreedor a toda bondad, pero también a toda traición, por sus infamias del pasado o del porvenir.
"Conversé con filósofos que sintieron que dilatar la vida de los hombres era dilatar su agonía y multiplicar el numero de las muertes: como Cornelio Agrippa soy dios, soy héroe, soy filosofo, soy demonio, y soy mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy nada".
Las madres han sido las artífices de esta ley de muerte digna y de derechos de los pacientes, fueron la mama de Camila, la mama de Pablo y tantas que padecieron y rogaron que pusieron fin a su calvario, al suplicio que significa la extensión artificial de la vida de un ser querido.

La escultura mas famosa de la historia de la humanidad es la de una madre que tiene en sus brazos a su hijo  muerto. Esa escultura, realizada por Miguel Angel, no es la más imponente por su dimensión, no es la mas lograda por los detalles de los pliegues de sus mantos. Esa escultura que visitan millones de personas todos los meses es la que habla del amor y ha pasado a la eternidad por el gesto de una madre: gesto de tranquilidad y sobre todo de piedad. Ese es el nombre de esa escultura "La Piedad" palabra que expresa el profundo sentido de la Ley de Muerte Digna.